Alfabetización en IA: en qué consiste esta obligación legal

Personas aprendiendo en una mesa de trabajo sobre alfabetización en inteligencia artificial

La inteligencia artificial se supera a sí misma constantemente. En muy poco tiempo, la tecnología ha logrado producir vídeos hiperrealistas que obligan a mirar dos veces para distinguir si algo es auténtico o está creado por un algoritmo. Con la capacidad tan grande de creación que tiene, es necesario entenderla. Precisamente por esto, la Unión Europea ha convertido la alfabetización en IA en una obligación legal desde 2025. Te contamos en qué consiste.

Programa de Alfabetización IA

Desde el 2 de febrero de 2025, las empresas que diseñan, integran o simplemente usan sistemas de IA en la Unión Europea están legalmente obligadas a formar a sus trabajadores en competencias básicas de inteligencia artificial. El requisito no es opcional, lo impone el Artículo 4 del Reglamento de IA (Reglamento 2024/1689), conocido como AI Act.

El Reglamento exige medidas para que el personal tenga un nivel suficiente de competencias tecnológicas. Para lograrlo, cada empresa (tanto privada como pública) debe poner en marcha su programa de alfabetización en IA. El objetivo es que quien desarrolle, implemente o utilice un sistema de IA:

  • Sepa cómo funciona y qué limita al sistema.
  • Detecte riesgos y aplique salvaguardias.
  • Evalúe resultados con sentido crítico y documente el proceso.

Con esto, no hace falta que todo el personal tenga habilidades de programación, sino que cada rol comprenda los riesgos, límites y buenas prácticas del sistema con el que trabaja. Ya que, lo que no se puede negar es que la IA, actualmente, está en todo. Además, esta alfabetización no se entiende como una formación puntual, sino que debe estar en constante revisión para adaptarse a los cambios tecnológicos.

Contenidos básicos de alfabetización en IA

Aunque el artículo 4 no contempla un temario cerrado sobre cuáles pueden ser los contenidos de alfabetización de IA, las buenas prácticas descritas en el Diario Oficial de la Unión Europea (DUOE) pueden servir como referencia.

  • Protección de derechos fundamentales. Enseñar a reconocer y evitar que la IA vulnere la privacidad, igualdad o libertad de las personas.
  • Seguridad y salud. Asegurar que los sistemas de IA no provoquen accidentes ni daños.
  • Control jurídico y cumplimiento normativo. Conocer las leyes (AI Act, Reglamento General de Protección de Datos, etc.) y saber demostrar que se cumplen.
  • Gobernanza y calidad de datos. Usar datos correctos, legales y sin sesgos para entrenar y probar la IA.
  • Roles y responsabilidades. Distinguir si la organización desarrolla IA o solo la utiliza y qué obligaciones tiene en cada caso.
  • Decisiones informadas. Dar al personal criterio técnico y ético para decidir cuándo y cómo aplicar IA.
  • Salvaguardas y controles. Saber qué hacer si el sistema falla o produce resultados inciertos.
  • Interpretación y capacidad de explicar. Entender por qué la IA arroja un resultado y explicarlo a terceros.
  • Impacto en las personas. Valorar cómo las decisiones automatizadas afectan a usuarios, empleados o ciudadanos y qué recursos tienen.
  • Beneficios, riesgos y derechos. Conocer las ventajas de la IA, sus riesgos y los derechos que protege el AI Act.
  • Actualización continua. Revisar y mejorar la formación a mediad que cambian la tecnología y las guías oficiales. 
Caricatura personas utilizando redes sociales e inteligencia artificial como símbolo de la alfabetización en IA

¿A quién afecta la alfabetización IA?

Como ya mencionamos, el AI Act obliga a que cualquiera que diseñe, venda o use inteligencia artificial en la Unión Europea capacite a su equipo de trabajo. Los proveedores (quienes desarrollan o venden la tecnología) y los usuarios empresariales (quienes la incorporan a sus procesos) deben asegurarse de que su equipo la maneje con seguridad y criterio. La misma obligación se aplica a las administraciones públicas, a los fabricantes que integran IA en sus productos y a los importadores o distribuidores que la traen de fuera; estos últimos tienen que comprobar que sus proveedores ya cumplen la formación exigida.

Incumplir con el programa de alfabetización en IA conlleva una sanción. Sin embargo, el AI Act no establece una multa concreta para ese incumplimiento. El artículo 99 obliga a cada Estado miembro a definir sanciones que sean “efectivas, proporcionadas y disuasorias”, de modo que la autoridad nacional puede imponer desde advertencias hasta multas económicas.

La IA ya forma parte de muchas tareas habituales en la oficina: organizar datos, filtrar currículos, resumir informes o generar imágenes. Sin un conocimiento básico de cómo funciona, cómo usarla y cómo interpretar los resultados, pueden tener un impacto directo en la calidad del trabajo.

En este contexto, el Máster Executive en Inteligencia Artificial de IFFE, en colaboración con Minsait-Indra, aporta esa base práctica y centrada en negocio: casos reales, docentes que aplican la tecnología a diario y una visión completa de cómo integrar la IA con criterio, algo que pesa cada vez más en los proceso de selección