Intentar gestionar un proyecto sin utilizar ningún método va a terminar en retrasos, sobrecostes, cambios de última hora y un equipo de personas agotado emocionalmente. Hoy en día, conocer las metodologías de gestión de proyectos más utilizadas en el mercado laboral, es necesario para planificar con realismo, asignar responsabilidades, priorizar tareas y, en definitiva, llevar los proyectos a buen puerto y tener clientes (y equipo) contentos. Te contamos más sobre las metodologías de dirección de proyectos y qué debes saber para aplicarlas en tu día a día profesional.
¿Qué es la metodología de un proyecto?
Como explican desde el Project Management Institute (PMI), la metodología de gestión de proyectos se define como la aplicación de conocimientos, habilidades, herramientas y técnicas para cumplir con los requisitos de un proyecto; la metodología es el “sistema” que guía esa aplicación en el día a día.
Esta metodología también establece las responsabilidades de cada miembro del equipo, cuáles son los entregables o documentos correspondientes, cuáles son los plazos de entrega, cómo se miden los avances teniendo en cuenta los criterios establecidos y cómo se toman las decisiones en cada fase. Todo esto permite mejorar la comunicación interna y con el cliente, hacer un seguimiento de plazos y mantener los costes del proyecto bajo control.
Tipos de metodologías para un proyecto
Hay muchos modelos de gestión de proyectos, pero no todos sirven para cualquier caso. Cada uno combina diferentes principios, temas, marcos, procesos y estándares, por eso conviene elegir el que mejor encaje con el alcance, el equipo y el contexto de la organización. Estos son los tipos de metodologías para la gestión de un proyecto más comunes:
- Predictivas. Trabajan con un plan cerrado, con un alcance y fases definidos desde el inicio. Permiten estimar costes y plazos con mayor precisión, porque se avanza paso a paso (en las fases de análisis, diseño, pruebas, etc.).
- Ágiles. Son iterativas porque se trabaja con ciclos cortos, entregas frecuentes y feedback continuo. Son útiles cuando las prioridades pueden cambiar o se necesita validar rápido con el cliente.
- Híbridas. Un mix de predictivas y ágiles. Funcionan cuando una parte del proyecto está sujeta a una normativa o fechas fijas y otra requiere iterar.
- De gobernanza y estándares. Tienen unos roles claros, controles de calidad, plantillas y procesos comunes, como PRINCE2 o la guía PMBOK, para que todas las personas trabajen con el mismo criterio.
- Mejora de procesos. Buscan eficiencia y calidad medible. Por ejemplo, la metodología Lean recorta las tareas que no aportan valor y los tiempos muertos.
- Planificación del tiempo. Identifican las tareas críticas y estiman la duración de las mismas cuando hay incertidumbre en el proyecto.
- Propias de la organización. Muchas empresas combinan elementos de los modelos anteriores y crean su propio método interno, para que todo el equipo esté alineado.
Cómo elegir la metodología de gestión de proyectos adecuada
Para elegir la metodología adecuada es importante ser flexibles como project managers, porque, aunque estés más familiarizado con una en concreto, no puedes descartar las demás. En ese sentido, no puedes forzar el proyecto a una metodología, sino ajustar la metodología al proyecto. Como explican desde la consultora Interim Group, para elegir la metodología adecuada, ten en cuenta lo siguiente:
- Considerar la envergadura del proyecto en cuanto a su simpleza o complejidad.
Tengamos en cuenta si el proyecto es simple o complejo, de qué recursos dispondremos, cuáles son las limitaciones del proyecto, y cómo es el cliente, de cuánto tiempo dispondremos para completarlo y con qué herramientas y personas podríamos contar. - Determinar la rigidez o flexibilidad del entorno de trabajo.
En entornos dinámicos enfocados a la evolución y el cambio, una metodología Agile puede funcionar bien, pero si se trabaja con requisitos, plazos y presupuestos fijos, un enfoque “waterfall”, en cascada, se adaptará mejor. - Considerar lo que ofrece más valor y se ajusta mejor al estilo de cliente.
Hay clientes que piden feedback cada poco tiempo y esperan actualizaciones y cambios constantes, con lo que una metodología iterativa con ciclos cortos ayudará al cliente a percibir que está obteniendo más valor. - Aprovechar los objetivos y metas de tu propia organización.
La forma de abordar proyectos anteriores nos ayudará como punto de partida para seleccionar la mejor forma de abordar el siguiente proyecto. - Ten en cuenta los valores de tu organización, de tu equipo, y la forma en la que piensan, se relacionan y trabajan, para poder construir una metodología que encaje con ellos de forma natural.
Metodologías de gestión de proyectos más utilizadas
La demanda de perfiles con habilidades de gestión de proyectos seguirá creciendo en la próxima década. Un estudio de mayo de 2025 del PMI estima que las empresas a nivel global necesitarán unos 65 millones de profesionales de gestión de proyectos de aquí a 2035. En la actualidad, el mismo estudio calcula unos 40 millones de profesionales del área, lo que abre una brecha de más de 25 millones de puestos de trabajo si no se forma más talento en la dirección de proyectos.
En este contexto, conocer las metodologías de gestión de proyectos más utilizadas en la actualidad es una ventaja directa en el mercado laboral.
Agile
Agile más que una metodología es una filosofía, es un conjunto de principios y de valores.
Cuando hablamos de una metodología ágil de gestión de proyectos, en realidad describimos un proceso de diseño y construcción flexible e iterativo.
Los proyectos ágiles se caracterizan por una serie de tareas que se conciben, ejecutan y adaptan según lo requiera la situación, en lugar de un proceso planificado previamente.
Ser ágil ayuda a los equipos a responder a la imprevisibilidad a través de procesos de trabajo incrementales e iterativos. Por ello, Agile requiere que los equipos de proyectos pasen por un proceso de planificación, ejecución y evaluación a medida que avanzan.
En la gestión de proyectos ágiles, pueden usarse cualquiera de las versiones de Agile (Scrum, eXtreme Programming, Kanban, Scrumban).
Scrum
Más que una metodología, se considera un marco o framework que permite que un equipo pequeño, multifuncional y autogestionado entregue resultados rápidamente, proponiendo principios y procesos para mejorar la entrega.
Dentro del desarrollo de software, la metodología Scrum es uno de los marcos más populares y simples para poner en práctica los principios de Agile.
El objetivo de Scrum es mejorar la comunicación, el trabajo en equipo y la velocidad de desarrollo, con un enfoque simple que define responsabilidades claras y los eventos del proyecto (sprints de 1-4 semanas, planificación, daily, revisión, etc).
Kanban
Esta metodología para la dirección de proyectos mejora la velocidad y la calidad de la entrega al aumentar la visibilidad del trabajo en curso y limitar la multitarea.
Kanban se centra en los principios Lean y busca aumentar la eficiencia. Es ligera en cuanto a procesos, flexible, y no tiene roles prescritos. Las prácticas principales son visualizar el flujo de trabajo, limitar el trabajo en curso, medir el tiempo de entrega, hacer explícitas las políticas de proceso y evaluar continuamente las oportunidades de mejora.
Kanban es ideal para entornos operativos o de mantenimiento donde las prioridades pueden cambiar con frecuencia.
Si los gestores de proyecto usan notas adhesivas o post-it en una pizarra o una herramienta en línea como Trello, en las que se representa el flujo de trabajo del equipo, con categorías simples como «pendiente», «en proceso» y «terminado», sabemos que estamos frente a una metodología Kanban.
Scrumban
La metodología Scrumban es una metodología de gestión de proyectos híbrida relativamente nueva que combina un enfoque mixto de Scrum y Kanban para la gestión de proyectos. Toma la flexibilidad de Kanban e incorpora la planificación ligera del scrum para crear una nueva forma de gestionar proyectos.
Scrumban realmente suaviza los sprints tradicionales y permite un enfoque adaptativo para la planificación. Puede ser bueno para el desarrollo de productos donde hay una visión poco clara, donde hay requisitos en evolución o no hay una hoja de ruta clara y si el proceso necesita incluir trabajo de soporte y mantenimiento en el proceso.
Lean
La metodología Lean es una metodología de gestión de proyectos centrada la eficiencia, en hacer más con menos, en racionalizar los recursos identificando el valor y luego maximizándolo a través de la mejora continua, optimizando el flujo de valor y eliminando el desperdicio.
De esta forma, la metodología Lean se centra en abordar las tres disfunciones que generan pérdida de tiempo y eficiencia: Muda (desperdicio), Mura (irregularidad) y Muri (sobrecarga), conocidas como las 3M.
- Muda trata de eliminar procesos que no agregue valor al cliente.
- Mura trata de eliminar las desviaciones del proceso estándar que generan gastos extra.
- Muri trata de eliminar la sobrecarga de trabajo, evitando picos que ralenticen el sistema.
Metodología de programación eXtreme (XP)
La programación eXtreme (XP) es una metodología de dirección de proyectos que define valores y procesos para mejorar la calidad del software y garantizar la capacidad de respuesta a los requisitos cambiantes de los clientes.
Los valores o principios son muy similares a Scrum, simplicidad, comunicación o retroalimentación. Donde difiere del Scrum es en la definición de reglas o procesos prescriptivos, ya que incluye prácticas técnicas clave como desarrollo guiado por pruebas, integración continua, programación en pareja, etc.
Waterfall
La metodología waterfall (cascada) se basa en planificar proyectos por completo y luego ejecutarlos por fases. Se valora la planificación sólida, hacerlo una vez y hacerlo bien, en lugar del enfoque ágil de entrega incremental e iterativa. La idea básica es muy simple:, hacer un buen plan y ejecutarlo tal cual se ha planificado.
Los requisitos se definen en su totalidad al principio, en la parte superior de la cascada, antes de que comience cualquier trabajo. A partir de ahí se va realizando cada trabajo y fase del proyecto de arriba hacia abajo como el agua que cae en una cascada.
En un modelo Waterfall, cada fase debe completarse antes de poder iniciar la siguiente, sin que pueda haber superposición entre las fases, con lo que se ejecutan las fases de forma secuencial, con lo que el final de una fase marca el inicio de la siguiente.
Waterfall puede ser considerado un enfoque un tanto rígido y anticuado, ya que una vez que se aprueba el plan hay poco margen para adaptarlo o realizar modificaciones, pero puede ser muy útil y predecible si los requisitos son fijos, están bien documentados y son claros, la tecnología se comprende y es madura, el proyecto es corto y no se obtiene ningún valor adicional al «volverse ágil». Un enfoque en cascada en realidad puede proporcionar un resultado final más predecible para el presupuesto, el cronograma y el alcance.
PRINCE2
La metodología PRINCE2 (PRojects IN Controlled Environment) es un método de gestión de proyectos en cascada de «pila completa» que incluye principios, temas y procesos, creada por el gobierno del Reino Unido en 1996 para proyectos de TI que significa “Proyectos en Ambientes Controlados”.
Es una metodología orientada a procesos, dividiendo los proyectos en múltiples etapas, cada una con sus propios planes y procesos, incluso definiendo entradas y salidas para cada etapa de un proyecto para que nada quede al azar.
El sistema se inicia identificando una necesidad clara para el proyecto, definiendo el cliente objetivo, los posibles beneficios y evaluando claramente los costes, a través de una “junta de proyecto”, propietaria del mismo, y plenamente responsable de su éxito.
PRINCE2 incluye siete procesos de alto nivel, siendo una metodología extremadamente completa enfocada a proyectos a gran escala y con alto grado de predictibilidad.
PMBOK de PMI
El PMBOK del Project Management Institute, es un marco de estándares, convenciones, procesos, mejores prácticas, terminologías y pautas que se aceptan como estándares de la industria de gestión de proyectos.
El PMBOK presenta 12 principios y 8 dominios que sirven como base para diseñar procesos internos y modelos de gestión de proyectos acordes a cada organización.
El mercado demanda cada vez más profesionales que sepan planificar, coordinar y entregar resultados. Sin duda, la necesidad de estos perfiles seguirá creciendo y hay una oportunidad real para quienes se formen. Hacer un Máster en Dirección y Gestión de Proyectos te permite hablar el mismo lenguaje que las empresas, trabajar con casos reales, maneras herramientas de gestión y mejorar tu empleabilidad a corto y mediano plazo, teniendo en cuenta los trabajos para 2030.