El sector biotech crece con fuerza en Galicia y cada vez demanda más perfiles capaces de conectar ciencia y negocio. En este contexto, resulta útil saber qué se aprende, cómo se compatibiliza con el trabajo y qué aporta un Máster en Gestión de Empresas Biotecnológicas.
Nuestro alumni Pablo Quinteiro Bernal comparte su experiencia y explica cómo la modalidad híbrida le permitió compaginar clases y trabajo, qué aportan los docentes en activo mediante casos reales, el networking que se genera con profesionales y compañeros, y cómo el Proyecto de Fin de Máster convierte ideas en un plan de negocio aplicable. También detalla las competencias que más refuerza -finanzas, estrategia, operaciones- y el valor de la conexión con el ecosistema gallego gracias al respaldo de BIOGA.
Por qué elegir MBIO de IFFE: modalidad y respaldo
Elegí el Máster en Gestión de Empresas Biotecnológicas porque es una combinación clara de visión de futuro y encaje estratégico con mi perfil. El sector biotecnológico está creciendo con fuerza desde hace años, sobre todo en Galicia, y los perfiles de gestión son cada vez más demandados… pero también escasos y difíciles de formar. Hay una necesidad real de talento que conecte ciencia y negocio.
Este máster es el único en España que aborda esa necesidad con una propuesta realista y bien diseñada: modalidad híbrida compatible con el trabajo, docentes referentes y contenidos actualizados.
Además, cuenta con el respaldo de BIOGA -de la que actualmente formo parte-, lo que me permitió conocer el valor del programa desde dentro. Como alguien muy comprometido con el talento joven y el impulso del ecosistema biotech, poder cursarlo mientras contribuía a su evolución fue un motivo de peso más.
Contenido actualizado y docentes en activo
Para mí ha sido una experiencia muy positiva. El programa está bien estructurado y cubre todas las áreas clave de la gestión en biotech -desde lo científico hasta lo estratégico- con un enfoque práctico, útil y realista, pensado para quienes ya estamos trabajando y necesitamos formación aplicable desde el primer día.
Muchos de los docentes son profesionales en activo dentro del ecosistema biotecnológico gallego, lo que añade mucho valor: no sólo trasladan conocimiento, sino también contexto, ejemplos reales y conexiones con la industria. Que te conozcan y los conozcas es clave, porque este sector -especialmente el gallego- es pequeño, y podemos coincidir en algún proyecto futuro.
Estoy convencido de que el máster irá ganando fuerza. Los contenidos se actualizarán con las últimas tendencias, los profesionales que hoy enseñan serán mañana aún mejores, y el compromiso con el talento joven será mayor, porque muchas de esta empresas buscarán fichar talento desde aquí. Este máster se convertirá en una auténtica cantera para el ecosistema biotech. Y eso, honestamente, es un lujo.
Desarrollo de competencias Biotech
El máster me ha permitido tener una base sólida en áreas donde aún no había podido formarme a fondo: finanzas, calidad, estrategia, operaciones… Son conocimientos clave que, si no los estudias bien, no puedes aplicar con criterio ni tomar decisiones con visión. También me ha reforzado en aspectos que ya venía trabajando, como el desarrollo de negocio, ventas o marketing, pero dándome contexto, estructura y herramientas.
Más allá del contenido técnico, me ha impulsado a nivel competencial: innovación, pensamiento estratégico, capacidad de síntesis y toma de decisiones. Todo ello orientado al liderazgo real en el sector biotech.
Y si algo ha sido clave para integrar todo lo aprendido, ha sido el Proyecto Fin de Máster. Tener que desarrollar un plan de negocio completo -desde la idea hasta su viabilidad y lanzamiento- ha sido una experiencia transformadora. No solo refuerza los conocimientos adquiridos, sino que te pone frente a frente con tus propias capacidades de liderazgo, visión y emprendimiento.
Impacto profesional del máster y metas cumplidas
Aunque ya estaba vinculado al ecosistema biotech a través de BIOGA y tenía algo de experiencia en desarrollo de negocio, el máster me ha aportado una visión mucho más completa y estructurada de cómo funciona realmente una empresa biotecnológica. Ahora entiendo mejor las dinámicas de cada departamento, los procesos internos y las claves estratégicas que antes solo intuía desde fuera. Es como si hubiera encendido la luz en una sala que ya conocía, pero a oscuras.
A nivel personal, me ha servido para confirmar que esta es la dirección en la que quiero seguir creciendo. Siempre he estado comprometido con el desarrollo del talento joven -actualmente participo como mentor en distintos programas de mentoring de Galicia y he fundado una asociación juvenil de biotecnólogos (conocida como GalBiotec o Asociación de Biotecnólogos de Galicia)-, pero cursar este máster me ha permitido sumar una capa más: contribuir activamente al lanzamiento de esta formación desde dentro, desde la primera edición.
Tenía dos objetivos muy claros: por un lado, seguir reforzando mi perfil hacia la gestión empresarial, sin perder la base científica que me dio la biotecnología; y por otro, adquirir las herramientas necesarias para seguir aportando valor real al ecosistema biotech, desde cualquier área de gestión.
Y sí, los he alcanzado. Este máster me ha permitido estructurar y consolidar todo lo que ya venía aplicando en el día a día de mi trabajo, con una base sólida, bien enfocada y con criterio. Me queda mucho por seguir aprendiendo -y eso me encanta-, pero sin duda esta ha sido una inversión clave para seguir construyendo el perfil profesional al que aspiro.
Networking y comunidad
Lo mejor, sin duda, han sido los compañeros de viaje. Más allá del contenido académico y del valor profesional del máster, me llevo una experiencia humana brutal. He conocido a compañeros con los que comparto objetivos, ambiciones y valores. Gente con la que no solo he aprendido, sino que he compartido risas, cervezas, planes… y muchos viernes y sábados intensos que ahora recordaré siempre con cariño.
Y no solo dentro de mi máster: en IFFE hay un ambiente de comunidad real. Al final acabas conociendo a alumnos de otros programars y se genera una red muy completa a todos los niveles. Me llevo dos familias: la de mi máster, y la de toda la escuela de negocio. Algo que no viene en el programa, pero que marca la diferencia.
Estar rodeado de personas con un nivel de compromiso tan alto, con ganas de crecer, de aprender, de aportar… ha sido clave. La interacción con los compañeros no solo ha hecho el camino más llevadero, sino que ha elevado el nivel de todo lo que hemos vivido. Hemos aprendido unos de otros tanto o más que de los propios contenidos, y eso no siempre se da.
Cuando todos estamos ahí por vocación, con un objetivo claro de excelencia profesional, el aprendizaje se multiplica.
Por qué recomendar MBIO de IFFE
Vengo de la primera promoción del Grado en Biotecnología de la USC y ahora formo parte de la primera edición de este máster. Vamos que, si alguien puede hablar con criterio sobre ser “conejillo de indias” en este tipo de formaciones, soy yo. Y te digo claramente: esta apuesta ha merecido muchísimo la pena.
Este máster está hecho para perfiles como el mío: gente que ama la ciencia, pero que quiere ir más allá del laboratorio. Tanto si estás buscando dar un giro a tu carrera, como si quieres subir un peldaño dentro de tu empresa, ampliar tus horizontes o entender mejor cómo se gestiona de verdad una empresa biotech, este máster te da herramientas reales para hacerlo.
Además, si te interesa trabajar en Galicia -y crees, como yo, que aquí hay un ecosistema biotech con muchísimo futuro-, el respaldo de BIOGA y el enfoque práctico y estratégico del programa son motivos de sobra para recomendarlo con los ojos cerrados.