El sector hoy más que nunca se encuentra en el foco de todo. Un sector en el que, por su responsabilidad para con la sociedad, se necesita mucha imaginación, ganas y empeño para poder sortear las dificultades que vayan surgiendo y aportar la calidad que persigue.
El motor son las personas, lo demás son herramientas. La economía lineal ya no sirve (de producir, usar y tirar). Lo que se busca, por tanto, son personas comprometidas con la forma de hacer de los profesionales de la salud; profesionales que vayan creciendo en sintonía con el resto de compañeros y en función de cómo va creciendo la empresa. Esta empresa no crecerá si se hace un cambio líneal de profesionales, hay que apostar por el desarrollo profesional.
Estamos en unos momentos complicados. Nadie se imaginaba por todo lo que pasaríamos en relación al COVID-19. En la salud no sólo hay que curar a las personas, sino que hay que cuidarlas. La parte de cuidado es lo que nos tiene que diferenciar. En este sentido, además de hacer el trabajo bien y contar con profesionales cualificados y competentes, lo que tiene que marcar la diferencia y debe ser la seña de identidad es la parte del cuidado, el acompañamiento, la cercanía y el tacto.
Perspectivas del sector.
La situación del covid y la pandemia mundial ha significado todo un reto para el sector sanitario. En el que hemos aprendido la necesidad de integrarnos. La pandemia no nos ha dividido sino todo lo contrario, el sector público y privado se unieron. Era tan grande el reto que se trascendieron las fronteras individuales y cada organismo dio respuesta como un gran equipo en función de las necesidades del momento. Todos formaron parte de un todo bajo el principio de colaboración conjunta. De esta forma, se establecieron también unas fuertes conexiones entre el ámbito sanitario y el social, más concretamente, en las residencias de mayores que fueron uno de los puntos más afectados por la crisis sanitaria. Se estableció así un punto de partida para implementar mejoras en este tipo de centros tanto a nivel de tecnología como de estructura y confort. Con esa colaboración y coordinación conjunta, se ha conseguido gestionar la situación con gran agilidad y en tiempo récord, así como buscar herramientas o maneras de dar soporte y soluciones a la salud de los pacientes desde los diferentes departamentos. Cada uno aportando su conocimiento.
El shock inicial de una situación totalmente imprevista, ha impulsado al sector a reaccionar sobre la marcha, a reinventarse y a reformar todos los procedimientos de trabajo. Una realidad que ha servido para que el sector continúe reinventándose con el objetivo de ofrecer un mejor futuro tanto en el ámbito sociosanitario, como en el de las clínicas y los hospitales (públicos y privados).
La crisis sanitaria nos ha demostrado también que todos los profesionales son absolutamente necesarios y complementarios. Todos son sanidad con un objetivo común: cuidar la salud de los pacientes. Las circunstancias diluyeron cualquier tipo de competencia e impulsaron la colaboración total de todos los profesionales, siempre a disposición de la población. Esa ha sido una de las claves.
Tecnología y Transformación Digital.
La reinvención y la transformación digital nos ha facilitado alternativas para atender a nuestros pacientes con las videoconsultas y otras gestiones digitales. Muchas familias permanecieron sin verse durante meses y gracias a las herramientas digitales han podido seguir en contacto.
Implicación en el cuidado de los profesionales.
El papel que ha jugado la sanidad es para sentir orgullo. Esto invita a reflexionar acerca de sus necesidades y su cuidado. Ellos cuidan a sus pacientes y el sistema también debe cuidar al “cuidador”. Uno de los retos es trabajar en la línea del cuidado y atención de todos los profesionales que se dejan la piel en sus puestos de trabajo. En los primeros tres meses de pandemia, el 10% de los profesionales se han infectado trabajando, y uno de los retos que supuso la pandemia era buscar formas de proteger a los profesionales para poder seguir ayudando a la población y reducir el riesgo de los sanitarios. Porque tenemos que cuidar al que cuida para que pueda cuidar del resto de población. Y más al principio, cuando no se disponían de suficientes recursos.
Los profesionales sanitarios tuvieron que reinventarse y cambiar radicalmente la forma de trabajar.
Nuevas Tendencias en el sector.
1/ Desarrollo de la Medicina preventiva. No sólo tenemos que curar, sino anticiparnos para impedir en la medida de lo posible que el paciente enferme.
2/ Fomentar los resultados de salud. Hay que ser eficientes, medir y analizar los resultados de salud. Todo lo que no se pueda medir es un desperdicio. Tenemos que hacer un uso eficiente de los recursos y analizar siempre los resultados de salud.
3/ En busca de un hospital de futuro y “líquido”. Basado en el trato humano y la tecnología, que sea capaz de entender y comprender realmente al paciente y a la sociedad.
4/ La gestión de los crónicos y la gente mayor. Los mayores de 60 años se van a duplicar en 2050, que son los que gastan en salud. La tendencia a futuro lleva a que la persona se quede más tiempo en su casa antes de acudir a un centro. Hasta que el paciente necesite de esos cuidados sociosanitarios y dependa de ellos. En este sentido, se está trabajando ya en el traslado de esos servicios sanitarios a los domicilios.
Está funcionando muy bien en nuestro entorno y se demanda mucho al fisioterapeuta, terapeuta ocupacional o animador/a sociocultural que permite a la persona seguir viviendo bien en su casa y con ciertas ayudas. Se evita, así, que sea menos traumático cuando tengan que incorporarse al centro de mayores, en el caso de que lo necesiten finalmente.
La tendencia es proporcionar una atención centrada en la persona (personalizada e individual), con un cuidado muy humano y desde un servicio sociosanitario profesional.
Mercado Laboral.
Hay bolsas de profesionales que están en el mercado en espera de encontrar trabajo, y el sector tiene dificultad de encontrar profesionales en algunas especialidades. Hay que reconvertir esta ecuación. Existe un déficit de profesionales.
Una de las enseñanzas que se han sacado de esta pandemia es que todos y cada uno de los profesionales de cada una de las categorías son totalmente necesarios e imprescindibles. Todos forman parte de una rueda que no gira si una de las piezas no encaja. Más que nunca se ha puesto de relieve que es un trabajo de equipo. Se ha visto la importancia del plan de formación, formación que capacite en distintas competencias para asumir diferentes funciones y roles. Mantenerse actualizado y preparado para los cambios que el sector está teniendo ha sido fundamental.
Desde los departamentos de recursos humanos debemos ser capaces de convertir nuestra empresa, de forma que trabajar en ella sea un atractivo para los trabajadores. Actualmente se cuenta con diferentes generaciones de profesionales, cada una con sus respectivas necesidades, y se debe empatizar con cada uno de ellos para saber qué es lo que les interesa: compensación, formación, planes de carrera, conciliación… sin perder de vista el foco principal que es el cuidado de los pacientes.
La escasez de profesionales es una preocupación común tanto en el sector público como privado. Antes de la pandemia ya sucedía en determinadas especialidades, pero actualmente estas necesidades han cambiado. Por ejemplo, la enfermería se ha revelado carente de profesionales y es algo que hay que trabajar desde muy pronto en la etapa educativa y mejorar el atractivo de estas profesiones.
El brindarle al profesional lo que necesita, lo que busca, lo que quiere, es un reto para todos; así como que su carrera profesional esté orientada hacia el éxito que no es otro que la mejor de las atenciones al paciente.
En este sentido con respecto a la retribución, el salario emocional se valora cada vez más. También la empleabilidad. Debemos trabajar para que las personas tengan un proyecto de trabajo, de empleo, de desarrollo profesional. Los profesionales deben tener un itinerario, una motivación para seguir progresando.
Hay que valorar también el aspecto femenino en este sector, los requerimientos que tiene el sector femenino. El 80% de los profesionales en el sector sanitario es femenino con todo lo que conlleva y donde la conciliación es muy importante. ·