Hoy en día la crisis y la competitividad existentes en el mercado hacen necesario que el ingenio se agudice y que todos los recursos económicos que se vayan a emplear en la creación de un nuevo proyecto se optimicen al máximo. Todo aquel que quiera iniciar una carrera en el ámbito empresarial ha de tener los ojos bien abiertos y sobre todo, llevar a cabo una planificación estratégica exhaustiva, para determinar cuál es su objetivo y qué se va a hacer para conseguirlo. Es primordial desarrollar un plan de negocio claro y justificado, en el que éstos sean los puntos claves a partir de los cuales construir un proyecto sólido que sirva para captar nuevos inversores y socios interesados, así como apoyo al empresario para la consecución de sus metas.
Un plan de negocio o plan de empresa puede definirse como un documento en el que trazar los pasos a seguir para poder alcanzar la finalidad última que se está buscando y que ayuda a descubrir cuál es la situación actual de una compañía, además de hacia dónde deben dirigirse sus esfuerzos.
Los siguientes puntos pueden darnos una idea aproximada sobre qué se recomienda hacer para llevar a buen puerto un plan de estas características:
1. Llevar a cabo un resumen ejecutivo: Definir cuál es la actividad de la empresa, su misión, visión y valores, qué productos se van a comercializar, a qué público, cómo y por qué.
2. Determinar tu posicionamiento en el mercado: Es decir, qué imagen quieres transmitir a tus clientes, cómo quieres que ellos te vean y qué es lo que te hace único.
3. Analizar la competencia:Observar qué hacen las marcas que también se mueven en tu sector es un ejercicio muy práctico para ver cuáles son los métodos que están funcionando en un momento determinado. Una técnica conocida como benchmarking, basada en un estudio de mercado que servirá para obtener información valiosa sobre las estrategias de otros y poder comparar.
4. Crear un plan de acción: Es necesario detallar cuáles van a ser las acciones o actividades a desarrollar y crear un timming que establezca en qué momento ha de comenzar y finalizar cada una.
5. Establecer cuáles serán los recursos humanos: Tener claro cuántas personas necesitas que formen parte de tu equipo de trabajo, qué jerarquía se establecerá entre ellas y qué recursos necesitarán para poder llevar a cabo su labor en la compañía.
6. Presupuestar toda las actividades: Determinar con certeza el coste de cada acción y los ingresos que reportarán para saber si el proyecto puede ser rentable.
En definitiva, el desarrollo de un plan de negocio es algo ineludible para el éxito de un proyecto empresarial, puesto que facilita su financiación, ayuda a marcar el rumbo del mismo, e indica si realmente tiene margen de ganancias.
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