Antonio Couceiro fue Conselleiro de Industria, director general del Instituto Galego de Vivenda e Solo y de la empresa Begano, así como presidente de la Autoridad Portuaria de A Coruña y actualmente del Instituto Tecnológico de Galicia, entre otros. Antonio Couceiro sigue sumando cargos a su larga y destacada trayectoria profesional. Hoy, este ingeniero de caminos también preside la Cámara de Comercio de A Coruña y tuvimos el honor de hablar con él.
En este momento ¿Cómo ve la situación de las empresas gallegas desde la visión de máximo responsable de la Cámara de Comercio de A Coruña?
La situación de las empresas se refleja, finalmente, en la propia situación de la economía. Y la economía gallega, después de unos años muy duros, empieza a presentar signos de recuperación. Y creo que el comercio exterior ha sido clave en este proceso. Muchas empresas de Galicia han sabido abrirse al exterior y explorar nuevos mercados no sólo para buscar alternativas a una coyuntural bajada de la demanda interna, sino como fórmula de crecimiento sólida y de futuro. Y, en este camino, por supuesto, han tenido en todo momento, la mano tendida de la Cámara de A Coruña.
¿Qué sectores son los emergentes en este momento en Galicia?
Galicia es un territorio diverso en muchos sentidos, también en el ámbito empresarial, de manera que son variados los sectores que tiran de la economía de esta comunidad. Tenemos algunos que lo vienen haciendo tradicionalmente, como el textil, el naval, la automoción, el sector vitivinícola, el conservero, etc. Pero hay otros que se están abriendo paso con fuerza, como el aeronáutico o la industria de contenidos digitales, por poner dos ejemplos, que están dando respuesta a unas exigentes demandas del mercado. Lo que sí me atrevería a decir es que todos ellos, los sectores tradicionales y los emergentes, tienen en la I+D+i su mejor aliado, conscientes de que hoy por hoy resulta casi imprescindible subirse al carro de la innovación para continuar adelante, como es el caso de la industria 4.0, por ejemplo.
¿Sigue teniendo relevancia para las empresas las funciones de un organismo como la Cámara de Comercio?
Por supuesto. Llevo vinculado a la Cámara de A Coruña desde 2003 dentro de sus órganos de gobierno y antes fui responsable de la Consellería de Industria y Comercio, que era el órgano tutelante de las cámaras de comercio, entre 1994 y 1999. Por todo ello, conozco de forma directa la relevancia de las entidades camerales para el empresariado, ayudándole a salir a los mercados exteriores, promoviendo su competitividad con programas de fomento de la innovación y las nuevas tecnologías, acompañando a los emprendedores, ofreciéndoles formación a la carta, etc.
Desde su perspectiva empresarial, ¿cuáles son las necesidades/demandas de las empresas en estos momentos?
La internacionalización sigue siendo un aspecto muy relevante para las empresas. Tenemos un mercado interior pequeño, por lo que una empresa que busque un crecimiento sostenible y rentable debe orientarse al exterior. Y, por otra parte, como comentaba anteriormente, destacaría todo aquello relacionado con la digitalización, la innovación y las nuevas tecnologías, que tiene una demanda creciente como hemos podido constatar en la Cámara de Comercio de A Coruña con los programas InnoCámaras y TIC Cámaras, cuyas plazas se agotan edición tras edición.
La administración pública, tanto la nacional como la autonómica, ¿supone un acicate o un lastre?
Yo soy un firme defensor de la cooperación institucional como vía para favorecer el desarrollo de la economía. Es fundamental que las administraciones públicas, tanto la nacional, como la autonómica y la local, cada una con sus competencias y en su ámbito de actuación, desarrollen iniciativas de calado que aporten beneficios al tejido empresarial en su conjunto. Y que lo hagan de forma coordinada entre ellas y con otras organizaciones e instituciones, como las Cámaras de Comercio, que trabajamos con ese mismo objetivo. Se trata, en definitiva, de sumar esfuerzos.
Usted es un experto en crecimiento empresarial; los hechos bien lo demuestran. Por ello, ¿cuáles son las claves para una empresa crezca y se mantenga?
Desgraciadamente no hay una fórmula mágica que garantice el éxito empresarial, pero si me pregunta algunos ingredientes básicos, le diría que hace falta dinamismo, capacidad de respuesta a las demandas del mercado, un equipo humano formado, actualización permanente y, por supuesto, una perspectiva amplia que permita hacer frente a los retos de futuro.
En su faceta institucional, ¿sigue teniendo sentido la defensa de colectivos empresariales?
Uno de los objetivos primordiales de las Cámaras de Comercio es la defensa de los intereses generales de las empresas y en contribuir a ese cometido enfocamos nuestra actividad. Las Cámaras tienen, además, funciones de carácter consultivo y de colaboración con las Administraciones, lo cual redunda en esa promoción de los intereses del empresariado.
Parece que comienzan a aparecer conatos de parón o de recesión económica. ¿Cómo ve los dos próximos años, hasta el 2020?
Aunque podamos estar viviendo alguna distorsión, todos los factores e índices macroeconómicos indican que vamos en la dirección de la recuperación respecto a la creación de empresas, a la internacionalización y a la exportación, que es fundamental para la sostenibilidad de la economía en los ciclos recesivos. Además, las expectativas de crecimiento en ventas y en generación de empleo también son positivas, según los datos de la encuesta que hacemos las Cámaras a nivel europeo a través de Eurochambres.
Como experto en las relaciones con Europa, ¿Considera que existe riesgo serio de ruptura interna?
El Brexit marcará, sin duda, un punto de inflexión, aunque esperemos que la negociación de la Unión Europea con Reino Unido dé resultados lo menos malos posible para nuestras empresas. No debemos olvidar que una Europa fuerte es la mejor garantía que tenemos para que sigamos siendo una pieza clave en el escenario mundial, tanto a nivel político como económico y empresarial.
Después de una carrera jalonada por éxitos verdaderamente notables, ¿qué le pide al futuro un profesional de su categoría?
Actualmente desarrollo mi labor profesional en el campo de la consultoría y como consejero de algunas empresas con el objetivo prioritario de aportar mis conocimientos y las múltiples experiencias que he tenido en diversos sectores y, sobre todo, de seguir creciendo profesionalmente.
Por otra parte, considero muy gratificante seguir contribuyendo desde el ámbito de las instituciones empresariales a la mejora de la sociedad a la que pertenezco. Concretamente hay dos retos que me motivan especialmente: el primero, es ayudar desde la Cámara de Comercio de A Coruña a la reordenación y mejora del mapa cameral de Galicia y, el segundo, impulsar desde la Confederación Española de Sociedades de Garantía Recíproca (CESGAR) la transformación del Sistema Nacional de Garantías en un potente instrumento de ayuda a la financiación de los autónomos y las pymes españolas. ·