Hoy en día, nos movemos en un entorno cada vez más digital y nos parece impensable que alguien no tenga correo electrónico o que se mueva en alguna red social, ya sea a nivel personal o profesional.
De igual modo ocurre, con la búsqueda de empleo, se ha transformado totalmente. Ya prácticamente ninguna empresa recoge CV en papel, suelen tener portales de empleo propios o utilizar los existentes en la red para publicar sus ofertas.
¿Y qué pasa con LinkedIn?
LinkedIn ha sido toda una revolución en lo que a búsqueda de oportunidades profesionales se refiere, ya que a diferencia de otros portales de empleo, en los que subes tu CV o vuelcas tus datos, aquí te permite interactuar y es como si fuese un CV vivo.
No es de extrañar, que más de 660 millones de profesionales lo usen en todo el mundo, 12 millones, en España y que genere más de 20 millones de ofertas laborales al año.
Cómo para no tener un perfil en LinkedIn, ¿no crees?
No obstante, no basta con abrir una cuenta para alcanzar nuestros objetivos, habrá que tenerlo lo más optimizado posible para llamar la atención del reclutador, en caso de que estemos buscando una oportunidad profesional.
¿Y cómo lo hacemos? Lo más importante, es el primer impacto que vamos a dar de nuestra persona, en las secciones “Presentación”, “Acerca de” y “Destacado”. Empecemos…
- Foto de perfil profesional y la de portada, que esté relacionada con tu área de especialidad, empresa en la que trabajes, etc.
- Titular (lo que aparece, justo debajo de tu nombre). Personalizalo, utilizando “key words” por las que te van a encontrar los seleccionadores fácilmente.
- Personaliza tu URL de LinkedIn.
- Información de contacto. Al menos un correo electrónico, en el que estemos disponibles, por si quieren hablar contigo fuera de LinkedIn.
- Es el momento de venderse y llamar la atención, de mostrar quiénes somos, qué podemos ofrecer, en qué somos expertos; siempre, sin excedernos, pero demostrando pasión, ganas y actitud.
- Nueva Sección Destacado. Es una reciente funcionalidad, que complementa la anterior (extracto) y nos permite mostrar en la red, aquellos trabajos que consideremos más relevantes, enlaces a proyectos, vídeos… ¿Un videocurrículum o presentación personal? Otra buena forma de vendernos y darnos a conocer.
- Volquemos nuestro CV en LinkedIn y aprovechemos todo el contenido que lo pueda enriquecer, como enlaces a proyectos, páginas web, vídeos… Todo aquello que no podemos incluir en un CV tradicional. Viendo los diferentes apartados que nos ofrece LinkedIn, para organizar nuestra información de la mejor forma posible.
Llegados a este punto, que ya tenemos el perfil completo y optimizado, nos falta la parte más importante para darle visibilidad: la interacción para potenciar nuestra marca personal y hacer networking.
Si hacemos todo esto bien, tenemos el éxito garantizado e infinidad de oportunidades profesionales esperándonos. Yo voy a optimizar mi perfil, ya mismo… ¿Y tú?
¿Hemos optimizado nuestro perfil de Linkedin correctamente? Si la respuesta es un claro y rotundo Sí, estamos listos para ir todavía más allá en lo que a potenciar nuestra candidatura en Linkedin se refiere.
Es hora te desplegar nuestra red de contactos y buscar crear una imagen de marca acorde con lo que queremos transmitir y la posición a la que queremos optar. ¿Cómo lo hacemos?
A través del networking, tendremos que intentar conseguir el máximo posible de contactos. No se trata de agregar contactos por agregar.
Es vital que sean contactos de interés: ya sea porque trabajan en una empresa en la que nos interesa tener una oportunidad, nos guste el sector o directamente, sean responsables de RR.HH. a los que podamos presentar nuestra propia autocandidatura.
Aprovechemos, esa solicitud de contacto, para visitar su perfil y presentarnos y por qué no, indicando el motivo de querer conectar.
Además, debemos importar todos nuestros contactos del correo electrónico, buscar entre los contactos de nuestros contactos, buscarlos directamente o “hacer caso” de las sugerencias que amablemente nos brinda Linkedin, al respecto, teniendo en cuenta nuestro perfil e intereses.
Así conseguiremos ser más visibles y que nuestro perfil circule.
¿Es esto suficiente para conseguir una oportunidad profesional?
Es un buen complemento, pero todavía, lo podemos hacer mejor… Si algo hace diferente a Linkedin de cualquier otro portal de empleo es que es un CV “vivo”, en el que podemos interactuar y llegar casi a cualquier empresa y cualquier profesional de la red.
Convirtamos la Acción y Reacción en una mayor visualización de nuestro perfil y por tanto, creemos nuestra marca personal, apoyándonos en todas las posibilidades visuales (enlaces a webs, vídeos, fotos…), que no nos permiten otro tipo de portales de empleo.
- Acción: mediante publicaciones relacionadas con nuestra profesión, sector de actividad… Cuidando el formato, ya que generará una mayor visibilidad si además, mencionamos a los participantes (empresas o personas) y añadimos un hashtag que llame la atención (palabras clave, no complicadas).
- Reacción: comentando, compartiendo, recomendando… Publicaciones de profesionales del sector, “colegas” de profesión, empresas de interés… Además, de felicitar por los aniversarios de trabajo, cambios de empleo, finalización de formación, cumpleaños, validar aptitudes de nuestros contactos, recomendaciones y reconocimientos.
Cuanto más interactuemos con nuestros contactos, más posibilidades de conseguir llamar la atención del reclutador para visualizar nuestro perfil.
Así que tenemos que tener claro la receta del éxito en Linkedin…
Optimizar perfil + Networking + Interacción = Potenciar marca personal y ganar visibilidad.
No obstante, si nuestro objetivo principal es la búsqueda de empleo, tendremos que subir un peldaño más y buscarlo activamente… No sólo con las autocandidaturas a través de la red de contactos, si no que ahora toca hablar de la pestaña “Empleos” en Linkedin. ¿Te animas a conseguir el “hat-trick”?
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