Estamos rodeados de tecnología. Si la aplicamos al mundo de la empresa, la cabeza se nos va principalmente a aquellas áreas de la misma relacionadas con la fabricación de un determinado producto o servicio, pero la realidad es que los avances tecnológicos están impregnando cada rincón de las organizaciones porque están comprobando que, gracias a ella, la empresa gana en eficiencia y competitividad.
Un ejemplo de esto, nos lo contó Julio López Armesto, Director del Dpto. Financiero y Control de Gestión de Disashop, en su visita a IFFE como docente del Máster en Dirección Financiera y Control de Gestión. Porque sí, la tecnología más puntera llega incluso hasta este departamento, pero ¿cómo y en qué medida puede ayudar y facilitar al departamento financiero de una empresa?
Los resultados hablan por sí mismos y es por eso que la compañía de Julio se está orientando cada vez más a invertir en herramientas tecnológicas. Tecnología que les permite tener un mayor control sobre su actividad y día a día. Incluso ya se está desarrollando un departamento de Big Data, concepto que además parece estar quedándose algo desfasado en este mundo altamente cambiante y en el que ya se habla de “Fast Data”, entendida como aquella imperiosa necesidad de obtener el dato de forma inmediata y, además, correcta.
El siguiente paso, que ya está en proceso de implementación, es sumar la inteligencia artificial a la ecuación; que es que lo que permitirá ir un paso más allá de la visualización de los datos. Es decir, utilizar herramientas para poder leer y entender mejor esos datos y extraer el valor real de los mismos, y de esta manera hacerlos accesibles también a todo el equipo.
Los motivos de esta realidad son muchos, aunque inicialmente 3 parecen posicionarse especialmente sobre todos los demás:
1/ Por un lado, se pueden automatizar las tareas más repetitivas que roben más tiempo a los trabajadores, y minimizar los errores. “Es muy difícil que un robot se equivoque”, nos contaba Julio, quién también defendía la idea de que la tecnología debe entenderse como un aliado, ya que utilizada correctamente ayuda mucho.
2/ Por otro lado, el hecho de que se automaticen esas tareas más repetitivas y mecánicas provoca que los trabajadores puedan disponer de más tiempo para invertirlo en hacer otras más importantes que aporten valor a la compañía. De esta manera es más fácil que en el equipo (porque Julio siempre habla en términos de equipo) pueda darse la creatividad y la innovación en cada uno de los departamentos.
3/ Finalmente, las diferentes herramientas permiten supervisar de forma rápida, precisa y en tiempo real, todo lo que ocurre en la compañía. Julio, por ejemplo, ha creado un cuadro de mando desde el que puede supervisar toda la red de puntos de venta de España de su empresa. Con esto, facilita el ir anticipando y corrigiendo aquello que no va bien y saber qué es lo que sí funciona. Algo muy útil para la toma de decisiones.
Sí es cierto que el coste que implica el implementar muchas de estas herramientas puede ser alto, por eso hay afinar bien el tiro y tener muy claro qué tareas son más convenientes para optimizar y automatizar, siempre pensando en lo que eso va a reportar a la empresa. Sin embargo, existe tecnología con la que se pueden lograr grandes resultados sin invertir tanto dinero. Por ejemplo, muchos de los programas del paquete Office de Microsoft ya te facilitan vías que te permiten diseñar un cuadro de mando interesante con el que poder supervisar y hacer seguimiento de numerosos procesos.
¿Y dónde y cómo encaja aquí el departamento financiero en todo esto? Por un lado, nos explicaba julio, la figura del Controller es fundamental porque al final es quien está vigilando que todo esté funcionando correctamente. Es quien mide el dato y la calidad del mismo.
La tecnología está muy bien pero tiene que haber alguien supervisando y que sepa extraer la información relevante.
Por otro lado, la figura del Director Financiero es clave, ya que es el que tiene una visión general de todas las áreas de la empresa, incluida ahora también la del análisis de datos. Tener esa visión tan global de cómo una decisión puede afectar a lo que es todo el departamento, y si además esa figura tiene también visión de negocio, le permite ir más allá.
La tecnología posibilita a las empresas recopilar cada día una cantidad inmensa de datos acerca de su actividad, por eso el reto ahora es aprender a procesar y traducir esos datos en información relevante y útil.
Hay que saber explicarlo bien y definir muy bien lo que queremos conseguir y qué dato nos hace falta, para así evitar ir como pollos sin cabeza.
Os dejamos un video-resumen de nuestra conversación con Julio, ya que nadie mejor que él puede transmitiros todo lo que está aportando la tecnología al departamento financiero. Pero lo que está claro es que implementando la tecnología adecuada puede dar un vuelco total no sólo a dicho departamento sino a toda la empresa en general.
La transformación digital ha venido para quedarse y, como ya veníamos diciendo desde hace tiempo, ya no hay vuelta atrás.
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