Las empresas cuentan cada vez con más proyectos complejos, tanto por planificación y ejecución, como por la diversidad de personas y perfiles que participan en el mismo, así como por la gran competencia que existe entre empresas para lograr convencer al cliente de ser la mejor opción.
Por eso, los perfiles de gestores y directores de proyectos tienen una demanda al alza en el mercado laboral, un mercado en el que no siempre se encuentra el talento necesario, por falta de formación y experiencia.
Los perfiles de dirección y gestión de proyectos requieren de una adecuada combinación entre habilidades o conocimientos técnicos, y habilidades blandas o soft skills.
¿Quieres saber cuáles son las cualidades o habilidades más importantes para ser un buen gestor de proyectos?
1. Comunicación efectiva
Un director de proyectos dedica una parte enorme de su tiempo a reuniones, tanto con clientes, como con directivos y por supuesto con el equipo de trabajo, con lo que son imprescindibles altas capacidades de comunicación.
Una mala comunicación suele derivar en errores y desviaciones de los objetivos del proyecto, incumplimiento de plazos de entrega e ineficiencia en la consecución del proyecto.
Por ello, un gestor de proyectos debe adquirir las habilidades necesarias para una comunicación efectiva, sea cual sea el canal de comunicación y el cargo o perfil de la persona con la que deba tratar, y practicarlas para perfeccionar estas habilidades, y que la comunicación sea óptima, y permita crear relaciones significativas, basadas en la confianza, y de forma clara, concisa y con altas dosis de empatía.
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2. Negociación
Dirigir un proyecto implica negociaciones desde antes incluso de haberlo comenzado. Claridad en los objetivos o plazos de entrega razonables, son solo algunos de los aspectos que un gestor de proyectos debe negociar, con persuasión y efectividad. Un director de proyectos debe lograr que los acuerdos satisfagan a colaboradores, clientes y proveedores por igual, para evitar conflictos posteriores, que deberá gestionar en caso de que se produzcan
3. Programación y Gestión del Tiempo
Un pilar básico de un director de proyectos es la planificación de plazos de entrega, y el seguimiento y control de los tiempos. Una buena planificación de tiempos permite anticipar obstáculos, introducir medidas de corrección a tiempo para evitar desviaciones graves, y concluir los proyectos de forma exitosa.
La planificación deficiente, con cronogramas mal planteados, es decir una mala programación, es la que está detrás de un alto porcentaje de proyectos fracasados.
Definir un plan de proyecto con requisitos exactos y claramente definidos, secuenciar las actividades de forma correcta y planificar al detalle los recursos que necesitaremos, son algunas de las tareas que un director de proyectos debe realizar de forma óptima.
4. Liderazgo
Dentro de las habilidades blandas, el liderazgo es una de las más conocidas, si bien no todos poseemos las mismas cualidades de partida, el entrenamiento de estas habilidades y la práctica permiten desarrollar todo nuestro potencial de líder.
Liderar un proyecto no significa solo mandar, organizar o trasladar órdenes, sino que también debemos guiar y motivar al equipo, atender a las necesidades de todas las personas involucradas en el proyecto, apoyarlos cuando sea necesario, valorar sus logros y permitir que desarrollen al máximo sus capacidades.
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5. Conocimientos Técnicos
Además de las soft skills o habilidades blandas, un director de proyectos también necesita conocimientos técnicos en la materia, las hard skills o habilidades duras.
Conocer las diferentes metodologías de la dirección de proyectos en fundamental para poder aplicar las más adecuadas en cada tipo de proyecto, o dentro de las diferentes fases de desarrollo de este. Además, serán muy útiles también otro tipo de herramientas que permitan tanto la comunicación fluida del equipo, como la correcta planificación o el control presupuestario.
6. Proactividad y Resolución de Problemas
La capacidad de anticiparse a los problemas que puedan surgir, tener un pensamiento crítico y una actitud proactiva, son algunas de las cualidades que debe tener un director de proyectos. Puede que surjan innumerables problemas a lo largo de la ejecución del proyecto, pero sin en vez de ser reactivos nos anticipamos a los posibles obstáculos, podremos sortearlos, solventarlos antes si quiera de que se produzcan, o resolverlos de forma rápida y eficaz.