por Diana Gonçalves Domínguez, alumna del Máster en Comercio Internacional
La historia de Paco y Lola nació en El Salnés pero ahora les conocen en medio mundo. Su historia como todas las grandes historias no fue fácil. Paco y Lola eran diferentes y los otros le miraban de reojo. Pero ellos, convencidos de lo que tenían entre manos decidieron arriesgar.
Fueron años de mucho esfuerzo, algunos sinsabores pero finalmente su historia triunfó. Han conquistado el gusto de muchos paladares dentro y fuera de nuestras fronteras. Paco y Lola es una marca reconocida que en poco tiempo se ha echo un hueco importante en el mercado del vino.
Y uno entiende mejor la historia cuando escucha a la capitana de ese intrépido proyecto, Belén Varela:“Este es mi sector y dificilmente me moveré. Quiero seguir trabajando por el vino”. De esta manera se presentó ante nosotros y durante una tarde compartió los entresijos de un negocio que marcha viento en popa.
Paco y Lola es el vino estrella de una bodega joven y moderna que desde el principio entendió que debían ir más lejos sin olvidarse de su origen y de además presumir de ello.
Imagen de: Facebook Paco& Lola |
Hoy hablamos de Paco y Lola pero fueron varios los ensayos con otros productos y el planteamiento de diferentes estrategias para cada uno. El tiempo demostró que su apuesta por lo diferente y por lo joven fue acertada.
Las estadísticas son favorables al sector del vino, el consumo así como el volumen de las exportaciones aumenta pero no se embarcaron sin más, porque al sector le iba bien.
Entre cifras se dieron cuenta que había un público específico al que nadie atendía y que estaban deseosos de conectar y vivir experiencias a través del vino. Pensaron este vino para los jóvenes de edad y de espíritu. Porque Paco y Lola es atrevido, fresco y quiere marcar presencia. Así que, ¡una copa, por favor!