En los tiempos que corren, ser llamado a una entrevista para un puesto de trabajo ya es todo un éxito. Pero tras recibir tan deseada llamada, no te relajes, ya que aún queda un duro camino por recorrer hasta conseguir el premio: ese ansiado empleo.
La abundancia de candidatos que optan a una misma oportunidad laboral está llevando a los responsables de Recursos Humanos a hacer entrevistas personales y procesos de selección más exhaustivos y eso debemos tenerlo muy en cuenta. Desde el mismo momento en que enviamos nuestro currículum a una oferta de empleo, ya debemos estar preparados por si nos citan a una entrevista. Para ello, conviene investigar sobre la empresa y, en particular, sobre el puesto concreto al que nos postulamos. De esto modo, estaremos en condiciones óptimas para acometer esa primera conversación telefónica en la que la compañía ofertante nos citará para un encuentro en persona.
Debemos tener muy en cuenta que esa llamada telefónica supone el primer filtro que hay que superar, por lo que es de vital importancia cuidar el lenguaje y el tono de la conversación, intentando causar buena impresión y haciendo ver a la empresa que, en principio, ha sido una buena decisión llamarnos.
En otras épocas, en las que el mercado laboral vivía tiempos mucho mejores, incluso rondando la situación de pleno empleo, las entrevistas prácticamente se reducían a un breve repaso del CV del candidato. Ahora, todo ha cambiado. La enorme competencia que existe para cada puesto, conlleva pruebas más en profundidad, como dinámicas de grupo o incluso pruebas situacionales de distinta índole.
A la hora de afrontar con solvencia una entrevista de trabajo, debemos tener muy en cuenta estos elementos:
• Autoevaluación: Debemos analizarnos a fondo, reflexionando y recapacitando sobre cuáles son nuestros puntos fuertes y cómo sácales partido. Ante todo, debemos ser sinceros.
• Información y documentación: Ya remarcamos que es de vital importancia investigar sobre la oferta y la empresa en cuestión. Es oportuno conocer su filosofía de trabajo, valores, funciones del puesto, clientes o planes de futuro y acuérdate de repasar tu currículum (ten siempre una respuesta preparada para justificar todo y sacarle el lado positivo).
• Imagen: Es muy importante acudir siempre puntual a una cita y, en este caso, donde te juegas un puesto de trabajo, todavía más. Entre cinco y diez minutos está bien. Cuida tu apariencia física, porque también cuenta para el puesto. Adecua tu indumentaria a lo que se requeriría en el puesto ofertado.
• Sinceridad: Los entrevistados buscan personas de confianza, sinceras y cercanas, y que, al mismo tiempo, se correspondan con el perfil que están buscando. Debes ser directo, claro, conciso y, al mismo tiempo, argumentar bien tus respuestas.
• Preguntas: Este es uno de los momentos más decisivos, y por lo tanto debemos prepararlo bien. A continuación, ofrecemos ciertas claves para responder de manera adecuada a algunas de las preguntas más frecuentas en una entrevista de trabajo.
¿Qué puedes decirme sobre ti? Es una pregunta típica y muy recurrente, pero complicada de responder. Debes ser breve, y llevar la cuestión a tu terreno, aprovechando para incluir algunas experiencias vinculadas al puesto que sabes que pueden hacerte ganar puntos.
¿Qué éxitos y fracasos profesionales consideras más relevantes en tu trayectoria? No caigas en el error de alardear con desenfreno de los logros que has cosechado en el pasado, sino que debes ser comedido y neutral con los éxitos, y explicar qué aprendizajes has sacado de los fracasos, que siempre suele haberlos. Esto está muy bien valorado por los responsables de RR.HH.
¿Cómo actúas ante conflictos y confrontaciones en el trabajo? Tu respuesta debe encaminarse a demostrar que estás capacitado para lidiar con este tipo de circunstancias, porque sabes guardar la calma en situaciones límite, aceptas diferentes opiniones y, además, sabes reconocer tus errores.
¿Cómo eres si estás en desacuerdo con tu jefe? La diplomacia es un valor muy importante en este punto. Muéstrate dialogante, respetuoso y, sobre todo, ensalza los valores de la lealtad.
Y para finalizar, es muy probable que salga esta cuestión: ¿Tienes alguna pregunta? La mejor respuesta es decir «sí», porque así mostrarás interés. Se pueden plantear algunos temas importantes, como: quien será tu jefe, cómo funciona el equipo de trabajo, cómo es un día de trabajo. Lo que debes que tener muy claro es que nunca procede sacar el tema del salario, salvo que sea el entrevistador quien lo ponga encima de la mesa.
Estas son algunas de las claves para tener éxito en una entrevista de trabajo. Si quieres familiarizarte más con ellas, puedes acudir a IFFE Business School y disfrutar de nuestros talleres de búsqueda de empleo y procesos de selección. Pide información sin compromiso.