En esta X Feria de Empleo y Formación que hemos realizado en IFFE Business School también tuvimos el honor de contar con Rafael Sanchez, Chief Financial Officer en Trison; que nos comentó de manera clara y sencilla las funciones del director Financiero en las organizaciones así como los cambios de rol que esta figura está experimentando.
Uno de los aspectos que resalta de manera más evidente es el importante papel que los directores financieros han jugado en las empresas, especialmente en un año tan atípico como ha sido el 2020 en el que han sido clave para la recuperación de las empresas.
Así, el director financiero se ha visto obligado a tomar decisiones en un momento de total incertidumbre, decisiones que en muchos casos debía cambiar de un momento para otro y, todo ello en aras de garantizar la supervivencia de la empresa. Al igual que el Director de Recursos Humanos, otra de las figuras clave en esta situación de crisis derivada de la pandemia del Covid-19, ha tenido que tomar decisiones que afectaban a las personas en unos momentos muy complicados, tanto en lo personal como en lo profesional.
En este sentido, entre las funciones tradicionales de un director financiero, como la coordinación, control y llevanza de la administración y aspectos fiscales de la empresa, se ha resaltado la gestión de los flujos de caja, que este año han sido cruciales debido al riesgo y la incertidumbre en las que están sumidas las empresas.
“Las empresas no mueren por un problema de pérdidas y ganancias, sino por problemas en la tesorería.”
Los directores Financieros son los responsables de la administración de las cuentas anuales, y se encargan de la negociación con entidades financieras y no financieras, así como del control de las inversiones y del gasto. En el primer caso para comprobar el retorno de las mismas y en el segundo para controlar que estén dentro de lo previsto. Por ello, la elaboración de presupuestos en coordinación con el resto de áreas de la empresa, junto con el control de éstos, es fundamental y es otra de las funciones tradicionales asignadas al director financiero. La asignación y control de riesgo de los clientes, el reporting al Consejo de Administración y resto de Comité es de hecho de gran relavancia, dado que todas las acciones de la compañía acaban afectando al estado de las finanzas. En cuanto al control de gestión, tradicionalmente llevado a cabo por el director financiero, cada vez son más las grandes compañías que crean una figura independiente aunque aún siguen siendo muchas las que lo tienen incorporado a las tareas de la dirección financiera.
A todas estas funciones, se suma también la de la gestión de los seguros de la empresa, también determinante en una situación de crisis como la que estamos viviendo que ha surgido de forma totalmente imprevista. Una mala política de seguros puede generar serios problemas en la empresa y el director financiero ha de estar muy pendiente de este tema.
Debido a la gran responsabilidad que ha ido adoptando el director financiero en las compañías a lo largo del tiempo, no es de extrañar que dicha figura esté evolucionando cada vez más hacia una posición de colaboración activa en las decisiones estratégicas de las mismas. De hecho, los cambios que están surgiendo en la figura del director financiero vienen marcados por la asunción de un rol más directivo con un menor peso de la parte técnica. Según señalaba Rafael, el propio nombre del cargo nos da una idea de ambos roles; por un lado, hay que saber de finanzas pero también hay que saber dirigir. El hecho de que tenga un mayor peso, por tanto, en las decisiones estratégicas de la empresa es algo lógico, ya que es la persona capaz de anticipar el efecto que van a tener las decisiones que se tomen en el Comité de Dirección en la cuenta de resultados y en el balance.
Rafael Sánchez hizo también referencia a los datos de un estudio realizado en EE.UU. en el que los directores financieros de las empresas destacaban como principales retos que han asumido este año 2020, los siguientes:
- Han tenido que hacer verdaderos “malabares” a partir de decisiones de las que era muy difícil determinar el alcance. El grado de incertidumbre en el que se trabajaba lo hacía casi imposible.
- Gestión, más que nunca, de los flujos de caja; básico para la supervivencia de la compañía.
- Se han realizado más reportes que en cualquier otro momento y han tenido que trabajar con un mayor número de escenarios intentando prever las diferentes situaciones en las que podría actuar la empresa. Había que estar preparados para cualquier escenario.
- También la implementación de soluciones tecnológicas con gran rapidez, tanto en las finanzas como en otras áreas.
Aunque la evolución del Director Financiero lleva gestándose desde al menos los últimos 10 años, se ha visto acelerada especialmente por la complejidad de las circunstancias actuales derivadas de la crisis sanitaria, demostrando lo importante que es contar con esta figura para la toma de decisiones de las empresas. Ha pasado de ese rol muy técnico centrado en las finanzas a ser un partner estratégico de las organizaciones, ya que se han convertido en grandes conocedores de las operaciones de la compañía y cómo éstas fluyen. Por este motivo, la función del director financiero ha de sustentarse en cuatro pilares:
- Capacidad de liderazgo. Rafael lo relaciona con la idea de que los directores financieros han de ser “influencers” en sus organizaciones.
- Tener, como ya se ha señalado, un importante conocimiento y vinculación con las operaciones de la empresa y tener una visión global de la compañía. Han de ser conscientes de la importancia del cliente, tanto interno como externo, y por ende han de tener también esa capacidad comercial.
- Control
- Estrategia. Han de tomar parte en las decisiones estratégicas de la compañía y, por supuesto de su comunicación al resto de la organización.
En este contexto en el que se mueve el CFO actual, hace que sea necesario y, por tanto, obligatorio el contar con habilidades y conocimientos que han de ir más allá de lo meramente financiero.