«Las personas son el principal capital de las organizaciones y la razón por la cual una compañía tenga éxito a largo plazo».
Miguel portillo, Associate director de Michael page executive research.
Tradicionalmente el directivo se movía en entornos estables, mercados no maduros y con trabajadores poco cualificados, centrándose en la administración de los recursos financieros de la empresa sin necesidad de ejercer ningún tipo de liderazgo sobre su equipo de trabajo.
El directivo de la empresa actual es una persona capaz de adaptarse al entorno y reinventar la empresa continuamente.
En IFFE Business School sabemos cuál es el prefil del directivo del siglo XXI:
- Buena formación: experiencia internacional y profesional, además de dominar idiomas y controlar las nuevas tecnologías. Buen gestor de la presión y tener movilidad geográfica.
- Tener valor y valores: Debe tener un compromiso ético ya que es el primer responsable de la gestión de los Recursos Humanos de la empresa. Además debe ser eficaz y rápido en la toma de decisiones; valiente, imparcial y autocrítico.
- Ser un ganador: Amplia visión de negocio además de tener una visión global estratégica. Acompañarlo con la intuición y ser ante todo, resolutivo.
- Buen coach: Ejercer la escucha activa, ser y estar accesible además de ser capaz de atraer y sobre todo de retener el talento. Tener capacidad de delegar y conferir en sentimiento «empowerment».
- Habilidades sociales: Carisma, empatía, inteligencia emocional, capacidad de negociación y buen «approach» entre otros.
- Empleable: Con esto nos referimos a ser polivalente y flexible, tener capacidad de adaptación y ser funcional.