El Internet de las Cosas, la tecnología inalámbrica que permite tener objetos “conectados”, se está incorporando a toda velocidad a los procesos de producción. Es la llegada de la denominada Industria 4.0
La máquina de vapor impulsó a finales del XVIII la primera Revolución Industrial. La segunda llegó un siglo después, con la introducción de la energía eléctrica y la producción en serie, y la tercera, la conocida como “digital”, vino con la electrónica y las nuevas tecnologías de la información. Ahora, en el arranque del siglo XXI, estamos sumidos en la cuarta Revolución Industrial, que como las anteriores va a imponer un cambio radical en nuestra forma de producir y de consumir. Las versiones 1, 2 y 3 de la industria se centraron en calidad, energía y productividad, mientras que esta, la que se ha popularizado ya como Industria 4.0, está llamada a imponer la eficiencia.
La revolución que se está fraguando avanza a paso firme con la introducción masiva de objetos “conectados” en el ámbito industrial. Se trata de que todos lo pasos de la manufactura “hablen”, a través de sensores, de manera que se pueda controlar fácilmente el consumo de insumos, de energía o materias primas, el estado del inventario, etc.
El Internet de las Cosas (IoT), como se ha llamado a la tecnología que facilita la conexión inalámbrica de los objetos y la recogida de datos a través de sensores, está en el centro de esta revolución, junto a otras tecnologías como la impresión 3D, la robótica, el Big Data o la realidad aumentada. Todas estas herramientas se están incorporando a la industria para hacer realidad la nueva “fábrica inteligente”, con la que se reducen costes, se mejora la eficiencia y la productividad y se abre la puerta a la personalización del producto en función de la demanda del cliente final.
La industria española se está incorporando más lentamente que la de otros países a este nuevo escenario, pero las previsiones son alentadoras. Se estima que el sector denominado del Internet de las Cosas (IoT), que movía en el año 2014 en España 2.575 millones de euros, llegará a los 14.500 en 2020.
Un reciente estudio del Ministerio de Industria sobre la situación en España aclara que el país “tiene una buena situación comparativa en el sector de desarrollo e implantación de soluciones IoT” pero que esto “no se ha reflejado en una adopción temprana de estas tecnologías en la industria”. De hecho, se observa que otros mercados que han irrumpido en el sector más tarde que España, como Francia, Estados Unidos o Reino Unido, han crecido más rápidamente y ocupan un papel tractor en el sector a nivel mundial.
Los sectores productivos que mayores ventajas pueden extraer de la irrupción de la Industria 4.0, según el mismo informe, son la automoción, la agricultura, las utilities -servicios básicos como la electricidad, el gas y el agua- y el turismo. Es el momento de aprovechar lo andado y acelerar en la incorporación del IoT a la industria, contando además con el importante volumen de fondos públicos que la Unión Europea va a destinar a este fin de aquí al año 2020.
Esta revolución industrial trae, como sucedió con las anteriores, un cambio sustancial en el mercado laboral como consecuencia de una obligada redistribución de las cargas de trabajo. Se hacen necesarios nuevos perfiles profesionales, que dominen estas nuevas tecnologías, lo que representa un importante reto para las instituciones educativas, públicas y privadas, que han de diseñar nuevos programas para sacar al mercado profesionales con un perfil formativo alto, que den soporte a toda esa digitalización, automatización y cambios tecnológicos.
En Alemania han estimado que necesitan 150.000 ingenieros para la puesta en marcha de estas nuevas “fábricas inteligentes”. Es España no se ha cuantificado el volumen de nuevos profesionales que serán necesarios y que de hecho están siendo ya demandados por el mercado. A ese esfuerzo de trabajar por una cualificación que se ajuste a la realidad de la industria y la empresa actual responde la creación de IFFE Tech en el Campus de Oleiros. La institución se orienta a la puesta en marcha de programas formativos centrados en la estrategia digital y el marketing 2.0, la visión y la inteligencia artificial, la sensórica y la dirección de proyectos y organización empresarial.