¿Qué hace un trabajador cuando accede por primera vez a su nuevo puesto de trabajo?
Observa y se sitúa. Hace bien, antes de decidir qué actitud adoptar, es conveniente conocer el escenario, las pautas de comportamiento imperantes.
¿Qué hace a continuación? Procura comprender lo que se espera de él y aprender (o más bien aprehender) las claves que le permitirán salir airoso, es decir, cumplir las expectativas.
Hablamos de un trabajador estándar, prudente y, posiblemente, responsable y eficaz. Hablamos de un buen empleado. ¿Y ya está? ¿Es que no hay nada más?
Ese trabajador medio al que nos referimos se integrará con facilidad en la empresa y complacerá a sus superiores. Pero no habrá marcado la diferencia. “Make the difference”, ese es el eslogan que identifica a los profesionales más valiosos, a los capaces de aportar ideas e iniciativas críticas para el desarrollo de sus Organizaciones, a los dispuestos a contribuir de manera sustancial al éxito de la Empresa.
“ Si no te gusta el cambio, te va a gustar menos aún la irrelevancia ” Eric Shisenki
¿Qué hace un profesional que quiere “marcar la diferencia” cuando accede a su nuevo puesto de trabajo?
Llega informado, habrá investigado la situación de la compañía, sus objetivos principales, sus desafíos. Se habrá anticipado. Observa y se sitúa, por supuesto, pero proyectando su mente hacia la superación de los más que probables enquistamientos y la evolución hacia el progreso de actitudes y comportamientos.
Llegará con el objetivo de repensar el escenario, revisar sus funciones, regenerar sus metas, revitalizar los tejidos de una organización que ganará visión y alternativas y multiplicará enfoques y soluciones. El espíritu inquieto (incluso soñador, ¿por qué no?) del profesional dispuesto a marcar la diferencia actuará como el estímulo que las empresas requieren para su crecimiento y desarrollo.
Son los profesionales que marcan la diferencia quienes permitirán mejorar el modo de hacer las cosas, abordar nuevos proyectos, alcanzar nuevos retos y garantizar, en suma, el futuro espléndido de las empresas. Estos son los profesionales que IFFE desea formar a través de su MBA.
El MBA de IFFE proveerá a sus alumnos de los conocimientos precisos para que actúen con seguridad y confianza en el entorno laboral. Y especialmente para que, sobre la base de esas capacidades, procedan con la audacia de aquéllos que consiguen triunfar en escenarios turbulentos de insospechada exigencia. En ellos habrán de desarrollar sus carreras.
Marcelino Fernández Mallo
Director Académico del MBA de IFFE Business School